sábado, 25 de abril de 2015

Baena, encrucijada de amor para una princesa musulmana

                                                             




La veracidad de un hecho histórico jamás la conoceremos objetivamente, a no ser que hayamos vivido en primera persona ese momento, y aun así podemos seguir estando equivocados según interpretemos dicho suceso con la mente o con el corazón.









Los abuelos de nuestros abuelos ya contaban este cuento pero sin saber como ni porque, éste se perdió en el tiempo




Bella Princesa Zirií de Granada
que por querer su padre el Rey Moro
a desposarse con un Califa
a Córdoba fue enviada

de tristeza y lágrimas se llenó sus cara
la obligan a casar con quien no ama
pero a mitad de camino
su verdadero amor la rescata

Cinco moros valientes la custodian
cinco que juran su defensa eterna

Ahora ya, en Baena musulmana
la felicidad de la princesa vuelve a su cara
su verdadero amor, el valí gobierna esta plaza.

Mas la ira del Califa hace prometer venganza
Las tropas cordobesas pronto asedian la villa
arremeten una y otra vez
hasta la toma de su alcazaba,
el amado de la princesa por suerte escapa
pero las cabezas de los cinco moros
con el filo de una espada cordobesa
de sus cuerpos fue separada

La princesa vuelve a llorar
camino de otra fortaleza
en verano sucedió y espejismos del calor
como árboles sin sombra hacen que aparezca


De pronto el ejercito del Califa
aterrado y despavorido
corriendo huye por la campiña cordobesa

Cinco mil moros persiguen a esas tropas
 vienen a rescatar a la princesa
pero no eran cinco mil
solo eran cinco moros sin cabeza

Desde entonces y hasta hoy 
cinco cabezas de moros
vigilan esta villa cordobesa
para seguir protegiendo 
eternamente a su princesa.



CINCO ESTRELLAS DEL DESIERTO

A
quella era una noche cálida y transparente y el cielo del desierto más grande del mundo de repente quedó iluminado por cinco estrellas fugaces. En las aguas de aquel frondoso oasis se reflejaba la luz bastante rojiza que emitían aquellos luceros.  Pocos segundos después un nuevo reflejo aún más intenso pero esta vez de color azul iluminó totalmente con su claridad las impresionantes dunas del Sahara.                                                          Solo pasaban algunos minutos de la media noche cuando en la ciudad histórica de Nefta  comenzaba la existencia de una nueva vida..
  Cuando las primeras luces del alba comenzaron a iluminar las paredes de aquel humilde palacio que tuvo la fortuna  de alojar  y presenciar el nacimiento de la princesa Salima Khalida, comenzaron a oírse ruidos propios de gentes que se agrupaban en el exterior de éste. Una muchedumbre deambulaba por las blancas y saladas arenas del desierto de Jerid. Venían de toda la comarca para conocer a su princesa bereber.
 
 En aquella época circulaba por todo el país de Ifriqiya una leyenda que predecía el nacimiento de una princesa de origen bereber  con virtudes adicionadas por la mismísima princesa Dido fundadora de la ciudad de Cartago, y éste nacimiento sería anunciado por cinco estrellas guardianes que la protegerían eternamente.
   La princesa Salima creció feliz en aquel pequeño paraíso junto al oasis de Nefta pero ella sabía que su destino no estaba allí.
  Durante años su padre Zawi Ben Zirí había estado luchando junto al califa cordobés Sulayman y ahora tras vencer en muchas batallas en  Al-Ándalus  había conseguido  fundar su propio reino.  El reino andalusí de Granada.
   Pasado algún tiempo su padre el Emir mandó llamar a Salima para que viniera a vivir en su nuevo palacio, y para ello envió como escolta a cinco de sus mejores guerreros haciéndoles jurar que prestarían protección a la princesa hasta con su propia vida.
   El viaje hacia Granada duró varios meses y durante este tiempo el Emir vio peligrar su reino por causa de un nuevo y poderoso califa. Entonces decidió usar la política y entregar en matrimonio a su hija Salima al califa cordobés en vez de iniciar de nuevo otra guerra.
   Salima ya se había enamorado de un joven militar del ejército de su padre al que por sus méritos en batalla el Califa Sulayman había nombrado valí de Baena.              .
   Salima fue feliz durante el viaje a Granada, ya que iba a encontrarse con su padre y a la vez seguro con su amado, pues sabía que Baena quedaba cerca del reino.
   Pero la bella princesa zirií pronto se llenó de pena. Cuando llegó a Granada su padre la mandó casar con quien no amaba.
 La princesa lloraba y lloraba.
 Llegó la hora de partir. Hacia Córdoba la mandan.
 Los mismos cinco guerreros la escoltan,cinco estrellas del desierto la protegen.
Pero la princesa vuelve a sonreír.
 

Va a pasar por Baena, y allí gobierna el valí que enamoró su alma. Durante su estancia en esta villa cordobesa la princesa siguió feliz pero la tardanza en llegar a su destino hizo enfurecer al Califa y tras comprobar que seguía allí, envió un ejército contra la villa. Las tropas del califa arremetieron una y otra  vez hasta doblegar la alcazaba.                                                     El valí consiguió huir pero los cinco valientes guerreros de la escolta fueron decapitados por las espadas cordobesas y sus cabezas clavadas en la empalizada de las torres de la alcazaba.
   La princesa volvió a llorar camino de otra fortaleza.
   En verano sucedió y como espejismos del Jerid aparecieron tras ellos, de pronto cinco mil guerreros  para rescatar a la princesa.  El ejército cordobés asustado y despavorido huyó por aquella campiña amarillenta, pero al llegar las tropas vencedoras, vieron que no eran cinco mil, solo eran cinco moros sin cabeza.
La princesa regresó a Banyana con su amado en la alcazaba. Desde entonces y hasta hoy cinco cabezas de moros vigilan esta villa cordobesa, para proteger eternamente a su bella y virtuosa princesa.

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